¿Cuán saludables son las peleas en las relaciones románticas?

por, Dr. C.J. Correa Bernier

En una relación romántica, los conflictos son inevitables. Eso no quiere decir que tengamos que ser insensibles ante las diferencias que aquejan la relación. Podemos estar en desacuerdo con nuestra pareja sin abandonar las demostraciones de compasión y respeto en medio de nuestras dificultades relacionales. De acuerdo a las estadísticas, las parejas que prefieren evitar conflictos entre ellos tienen más posibilidades de terminar en divorcio que las parejas que confrontan sus luchan como un asunto cotidiana en la relación.

Sin embargo, los conflictos que se distinguen por ser frecuentes, acalorados e hirientes no son saludables o sostenibles en una relación saludable. En su lugar, se deberían tener disputas que resulten en niveles de intimidad emocional más profundos en una relación. Aunque el enojo produce incomodidad a corto plazo en la pareja, también puede llegar a incitar conversaciones honestas que terminen beneficiando a las personas involucradas en la relación.

Si está interesado o interesada en afrontar los conflictos con su pareja de una manera más adecuada y efectiva, entonces, le invito a tomar en consideración las siguientes recomendaciones:

Sean curiosos con el origen y ciclo de sus peleas relacionales: ¿Cómo estuvo la pelea de las 5:30? ¿Le parece ridícula mi pregunta? No se asombre si le comento que la mayoría de las parejas tienden a reciclar sus peleas, y que junto al reciclaje de sus conflictos, traen el guión o libreto que cada personas utiliza al momento de presentar sus quejas e inconformidades. Así que cuando pregunto acerca de la "pelea de las 5:30," me estoy refiriendo a un proceso que suele iniciarse repetidamente cuando uno de los miembros de la relación se acerca a su pareja con una necesidad y expectativa particular y se encuentra con que la persona muestra poco interés en la conversación. En realidad, lo que protagonista evitativo desea es poder contar con cinco minutos para relajarse después de haber pasado un “día perro” en el trabajo, lo que hace que se sienta extremadamente cansado y emocionalmente drenado. En este tipo de dinámica relacional, uno de los miembros de la pareja tiende a acusar a la otra persona de falta de interés en la relación, mientras la otra parte de la relación no puede evitar sentirse atacada, lo que a su vez produce el reciclaje de los asuntos no resueltos que terminan produciendo “la pelea de las 5:30”.  

Les recomiendo que sean curiosos y traten de identificar la secuencia de conflictos en su relación. Al hacerlo, notará qué es lo que comúnmente desencadena los conflictos entre su pareja y usted. Una vez identifique los detonantes de conflictos en su relación, usted y su pareja podrán desarrollar e implementar las estrategias necesarias para llegar a un acuerdo mutuo, en lugar de lastimarse como consecuencia de los asuntos no resueltos en su relación. Eviten seguir el guión de siempre y traten de observar e identificar las particularidades de sus peleas. De esta manera, ambos contarán con mejores posibilidades de comunicación, que es lo que toda relación necesita. 

Sea intencional en sus conflictos: Muestre su intencionalidad a través de una programación saludable de sus conflictos. Esto parece una locura, ¿no? ¿Programar conflictos? Independientemente de cuan abiertas sean las líneas de comunicación entre usted y su pareja, créame, van a surgir conflictos, y cuando estos lleguen, le será útil contar con un acuerdo que permitirá que usted y su pareja puedan elegir el mejor momento para hablar sobre lo que esté sucediendo. Si al intentar conversar sobre los asuntos pertinentes nota que la situación se está poniendo un tanto acalorada, mi recomendación es que detengan la conversación y se pongan de acuerdo para retomarla cuando ambos tengan el tiempo y la actitud adecuada para discutir lo que tienen que discutir. 

Solicite en lugar de quejarse: Una de las expresiones más tóxicas en las discusiones de pareja está encapsulada en una expresión de solo dos palabras: "tú siempre". En lugar de pedirle a nuestra pareja que haga algo constructivo por la relación, la mayoría de nosotros comenzamos a acusar. Propongo que la razón por la cual no obtenemos lo que más queremos de nuestra relación no es por lo que estamos pediendo sino por la manera como lo pedimos. Es más fácil preguntarle a nuestra pareja “por qué nunca hace algo” que pedirle que haga algo por la relación. Pedir lo que queremos o necesitamos es una acción más concreta, específica, directa y respetuosa. Escuche atentamente, y cuando sea necesario, pida clarificaciones. 

Cuando llegue el momento de hablar con su pareja sobre los asuntos que están afectando la relación, lo más importante es  escuchar sin interrumpir lo que la otra persona está diciendo o, “atención activa”. Aunque es más difícil de lo que parece, esta es una estrategia crucial para mejorar y fortalecer la comunicación en la relación. Si su pareja le dice que no se “está sintiendo escuchado/a,” préstele atención activa pidiendo clarificaciones si hubiese algo que no comprendió o que no le quedó muy claro. De esa manera, creará un espacio seguro y respetuoso en el que, tanto usted como su pareja, podrán expresar sus sentimientos con el objetivo de solucionar conflictos de la manera más saludable posible.

No deje de hacer preguntas: Hacer preguntas relacionadas a la queja de su pareja es una manera más discreta de abordar lo que su pareja le está diciendo. Si él o ella se quejara de que “usted no la está escuchando”, en lugar de responder diciéndole: "Por amor a Dios mi vida, te estoy escuchando, así que digas tonterías", es más efectivo contestar con una pregunta: ¿qué te hace sentir que no te estoy prestando atención?”  Mantenga contacto visual y posicione su cuerpo hacia tu pareja.

Estos pequeños ajustes, le ayudarán evitar los malos entendidos en su relación. Añada a esto evitar los insultos y las difamaciones pues una vez se llega a los insultos, la comunicación dejó de ser y es más saludable detener la conversación. Si tuviera que detener la conversación, asegúrese de regresar a ella después que usted y su pareja se hayan calmado. 

Aprenda la manera correcta de pedir perdón: Así como expresamos el amor de diferentes maneras, también tenemos diferentes maneras de como pedir perdón. No es suficiente reconocer que lastimamos a alguien, también hay que pedir disculpas. Es importante que conozca bien a su pareja para que, de esa manera, pueda adaptar sus disculpas a lo que él o ella necesita. Algunas personas quieren grandes gestos y otras no. Todo consiste en descubrir lo que es realmente significativo para tu pareja. CB

Acerca del autor: Dr. C.J. Correa Bernier

El Dr. Correa Bernier ha sido profesor universitario en las áreas de terapia familiar, terapia de parejas y psicología de la religión, y la teología. Es además el presidente y director ejecutivo de Conversemos, LLC, organización que fundó en julio 1995. Entre sus logros académicos, Correa Bernier cuenta con una maestría en consejería psicológica, una maestría en terapia familiar y de pareja, un doctorado en terapia familiar con especialización en comportamientos violentos y la psicología masculina, y un doctorado en psicología de la religión. En su trayectoria clínica, Correa Bernier ha trabajado como director de servicios terapéuticos para familias y parejas y ha acumulado más de 30 años trabajando en el campo de la teoría sistémica. Actualmente se dedica al trabajo de la asesoría relacional y la consultoría sistémica. 

Entre sus investigaciones y publicaciones se encuentran: Dios también usa a los pobres, (2020); Hombres escurridizos: ¿Por qué huyen los hombres de las relaciones significativas? (2019), y Toward a Latin American Psychology of Religion: Evolution, Tendencies and Perspectives, (2016).

Siguiente
Siguiente

Asuntos inconclusos:¿Cómo se manifiesta el trauma del apego en las relaciones adultas?