Tertulias Teológicas de Semana Santa - viernes
Como el evangelio más antiguo, Marcos ofrece la narrativa más temprana de la crucifixión de Jesús sin ser el primero en mencionarla. Ese honor le corresponde a Pablo, cuyas cartas fueron escritas antes de cualquiera de los evangelios. Pablo se refirió repetidamente a la crucifixión de Jesús, hablando una y otra vez acerca de la muerte de Jesús, de la cruz y del Cristo crucificado. Pero cabe mencionar que las cartas de Pablo no son narraciones y, por lo tanto, no incluyen la historia del Viernes Santo. En cambio, sus cartas contienen una amplia diversidad de interpretaciones acerca del significado de la muerte de Jesús. El hecho de que Pablo, el primer autor del Nuevo Testamento, utilice múltiples interpretaciones nos lleva a concluir que no existe ningún relato sin interpretación de la muerte de Jesús en el Nuevo Testamento. Esto no es difícil de entender pues los seguidores de Jesús en los años y décadas posteriores a su muerte, buscaban continuamente un significado para la ejecución de su maestro, a quien consideraban el ungido de Dios, razón por la cual la crucifixión de Jesús es adornada con una gran diversidad de interpretaciones que continúan y continuaran surgiendo a través de los eones.